Si pensar en “aprender” te recuerda a un salón de escuela, sillas incómodas y alguien dictando diapositivas… te entendemos. También nos dormimos un poco escribiendo eso. 
Pero ¿y si aprender pudiera ser vivencial, emocionante, hasta un poco caótico… y sobre todo, real?
Una de nuestras propuestas de valor en cada offsite es el aprendizaje experiencial: en otras palabras, aprender haciendo, sintiendo, equivocándonos y volviéndolo a intentar — justo como en la vida real. Nada de “una lectura de 30 slides y explicación sobre el aprendizaje moderno”, más bien: “vamos a escalar esta montaña juntos y ver quién se rompe primero emocionalmente (spoiler: es el jefe)”...
¿Qué es el aprendizaje experiencial?
En palabras simples: es aprender a través de la experiencia directa. Lo planteó formalmente David Kolb en los 80s, con su modelo de ciclo (hacer > reflexionar > conceptualizar > aplicar), pero en realidad lo hemos practicado desde que éramos niños y metíamos los dedos al enchufe para “ver qué pasaba”.
- En nuestros offsites, usamos esta filosofía en todo:
- Los retos no son simbólicos — tienen consecuencias reales (como cocinar para todo el equipo o sobrevivir a una regata profesional con 0 sin experiencia previa).
- Las reflexiones no son forzadas — surgen orgánicamente cuando alguien grita “¡nunca había visto a Lupita de RH aventar al aire pelotas de golf con tantas ganas!”
Y lo más importante: el conocimiento se queda, porque se siente. Porque se vive.
¿Pero funciona?
Sí, y no lo decimos solo nosotros. Lo explica bien este episodio de WorkLife con Adam Grant: “The power of play”. Y en Offsite México creemos que jugar no es solo para niños, es un superpoder para adultos que quieren ser más creativos, empáticos y resilientes.
En resumen: si quieres que tu equipo crezca, no los encierres en una sala con post-its. Sácalos al mundo. Haz que se contacten estando fuera. Y observa cómo regresan diferentes. Porque el aprendizaje no tiene que doler. Pero sí debería sentirse. 

Spoiler: no hay PowerPoints, y sí hay momentos que se te quedan para siempre.